Junto al reto, una pregunta: ¿qué papel juega la Universidad en una sociedad plural? La sociedad espera de la Universidad profesionales competentes, respuestas científicas, soluciones técnicas, o médicas. Pero el problema más propio de la sociedad plural es el diálogo. Y quizás en ese aspecto también la Universitas tiene algo que decir.
Y bien, ¿qué es la Universitas?, ¿qué tenemos en común todos los que formamos parte de ella? No es una pregunta muy original, pero hallar una respuesta exige atender a los orígenes de la institución. Karl Jaspers definió la Universidad como “una comunidad de estudiosos y de estudiantes empeñados en la tarea de buscar la verdad”1. Más recientemente, Benedicto XVI ha dicho que “el verdadero e íntimo origen de la Universidad está en el afán de conocimiento, que es propio del hombre. Quiere saber qué es todo lo que le rodea. Quiere la verdad.”2
La Universidad es la institución que encarna el deseo humano de saber. Ciertamente, se compone —y debe ser así— de diversas Facultades, ocupadas en saberes diversos. El desarrollo de las técnicas y la profundización metodológica han conducido a una especialización de las disciplinas que es en sí misma buena y necesaria, pero que ha traído consigo una separación de los saberes que dificulta la comunicación y que distorsiona la identidad de la Universidad. En realidad, las
El problema más propio de la sociedad plural es el diálogo. Y quizás en ese aspecto también la Universitas tiene algo que decir.
Hemos visto a grandes rasgos en qué consiste la unidad de la Universitas. Bien, pero, ¿qué significa, en la práctica esa unidad? En su ya célebre discurso en Ratisbona, Benedicto XVI habló de algunos recuerdos de sus años universitarios. Entre ellos se encontraba lo que denominó experiencia de Universitas: la experiencia de que “no obstante todas las especializaciones que a veces nos impiden comunicarnos entre nosotros, formamos un todo y trabajamos en el todo de la única razón con sus diferentes dimensiones, colaborando así también en la común responsabilidad respecto al recto uso de la razón.”3 En el horizonte de la unidad de fondo, la estructura de los saberes que se encuentran en la Universidad permite una interdisciplinariedad honda y consistente, que enriquece verdaderamente a las diversas disciplinas. En otras palabras, permite un diálogo entre saberes distintos: métodos, enfoques, conclusiones; creyentes y no creyentes, científicos y humanísticos, descriptivos y normativos; un diálogo regido solamente por la autoridad de la verdad. Quizá la Universitas sea hoy el único ámbito en que es posible un diálogo de este género. Y es el diálogo que pide la sociedad. Así, hemos llegado a la segunda pregunta que se planteaba al inicio.
Pero conviene que antes resolvamos la cuestión del origen de la Universitas, pues aún no hemos llegado a él. La Universitas Scientiarum —la Universidad de las Ciencias— fue antes, mucho antes, Universitas Studiorum, y, con esto, la Universidad de los Estudiantes. Ahora es más fácil aclarar cuál es el papel principal que la Universitas juega en la sociedad plural.
El deseo que mueve la Universidad no es algo abstracto; es tan concreto como sus alumnas y sus alumnos, y a todos ellos mira originariamente la Universidad. En ese sentido, uno de sus objetivos es prepararles para desempeñar ciertos trabajos, o capacitarles para una investigación de alto nivel. Pero eso podría hacerlo una Escuela Profesional, una Facultad. La Universidad —si es Universitas — puede añadir a eso algo más. Newman decía que: “si debe asegurarse un fin práctico a los cursos universitarios, afirmo que es el formar buenos miembros de
“El verdadero e íntimo origen de la Universidad está en el afán de conocimiento, que es propio del hombre. Quiere saber qué es todo lo que le rodea. Quiere la verdad.”
Karl Jaspers definió la Universidad como “una comunidad de estudiosos y de estudiantes empeñados en la tarea de buscar la verdad”
Newman vivió en el siglo XIX, y desde entonces el mundo ha dado muchas vueltas. Sin embargo, las exigencias propias de la sociedad plural manifiestan la urgencia de ese valor más alto de la Universitas, pues la Universidad es lugar de diálogo. Por supuesto, el diálogo que corresponde a la sociedad política es muy distinto. Pero en ambos casos se trata de un diálogo entre personas con ideas distintas en el que, en ocasiones, convivir va antes de convencer. Aprender que ese diálogo es posible y de qué modo lo es, forma parte esencial de la tarea de la Universitas, y no es algo que esté al alcance de una sola Facultad, porque no es solamente cuestión de retórica.
Tal vez éste es el papel más decisivo que la Universidad puede jugar en una sociedad plural. La respuesta a la pregunta que nos hacíamos no es, quizás, original, pero la hemos hallado en el origen de la institución, y seguimos encontrándola allí donde ha existido Universitas. Dos siglos atrás, Newman afirmaba que quien ha vivido la Universidad “se encuentra bien en cualquier tipo de sociedad, posee algo de común con cualquier clase de hombres, sabe cuándo hablar y cuándo callar, es capaz de conversar y de escuchar, puede hacer una pregunta pertinente, y aprender una lección oportuna cuando no tiene nada que impartir. Se halla siempre dispuesto, pero nunca estorba”5.
Universitas, decíamos al inicio, es el nombre de un reto apasionante. El propósito del Forum UNIV 2009 es abrir un debate internacional que ayude a descubrir las facetas de ese reto, y sirva a todos para hacer que el reto se haga realidad.
Forum UNIV 2009
Organizing Committee
En palabras de Newman: “su arte es el arte de la vida social, y su objetivo es la preparación para el mundo.”
1 K. Jaspers; Die Idee der Universität, introducción,
2 Discurso del Santo Padre preparado para el encuentro con la Universidad de Roma "La Sapienza",
de enero de 2008.
4 J.H.Newman; Discursos sobre el fin y la naturaleza de la Educación Universitaria, Discurso séptimo, n.10.
5 Idem.