viernes, 29 de agosto de 2008

Universitas, Un Saber sin fronteras

Universitas es el nombre del reto que se plantea hoy a la Universidad: el reto de recuperarse a sí misma. El sistema universitario al que estamos acostumbrados gira en torno a la Facultad, entendida muchas veces como un centro de formación superior que ofrece a sus alumnas y alumnos la posibilidad de prepararse para un trabajo profesional. Quizá las Escuelas de Ingeniería son la expresión más clara de este modelo, pero otras Facultades no andan muy lejos, incluso aquellas que tradicionalmente se han considerado más teoréticas. Resulta a veces verdaderamente difícil encontrar puntos en común entre las distintas Facultades de una Universidad. Y sin embargo, los hay.

Junto al reto, una pregunta: ¿qué papel juega la Universidad en una sociedad plural? La sociedad espera de la Universidad profesionales competentes, respuestas científicas, soluciones técnicas, o médicas. Pero el problema más propio de la sociedad plural es el diálogo. Y quizás en ese aspecto también la Universitas tiene algo que decir.

Y bien, ¿qué es la Universitas?, ¿qué tenemos en común todos los que formamos parte de ella? No es una pregunta muy original, pero hallar una respuesta exige atender a los orígenes de la institución. Karl Jaspers definió la Universidad como “una comunidad de estudiosos y de estudiantes empeñados en la tarea de buscar la verdad”1. Más recientemente, Benedicto XVI ha dicho que “el verdadero e íntimo origen de la Universidad está en el afán de conocimiento, que es propio del hombre. Quiere saber qué es todo lo que le rodea. Quiere la verdad.”2

La Universidad es la institución que encarna el deseo humano de saber. Ciertamente, se compone —y debe ser así— de diversas Facultades, ocupadas en saberes diversos. El desarrollo de las técnicas y la profundización metodológica han conducido a una especialización de las disciplinas que es en sí misma buena y necesaria, pero que ha traído consigo una separación de los saberes que dificulta la comunicación y que distorsiona la identidad de la Universidad. En realidad, las

El problema más propio de la sociedad plural es el diálogo. Y quizás en ese aspecto también la Universitas tiene algo que decir.


diversas Facultades son unidades accidentalmente separadas en la Universitas scientiarum, que es una por múltiples motivos. En primer lugar, porque una, con sus múltiples facetas, es la realidad que le interesa: las cuestiones acerca del mundo, el hombre, y Dios. Cada saber aporta lo suyo: una perspectiva, una problemática, pero siempre en torno a algo que es común a todos. En segundo lugar, es una porque la única respuesta válida para el saber universitario es la verdad. La Universidad se encuentra ligada solamente a la autoridad de la verdad, libre de intereses personales, políticos, religiosos o ideológicos; también de intereses funcionales. Esa libertad forma parte esencial de su personalidad, y renunciar a ella sería renunciar a sí misma.

Hemos visto a grandes rasgos en qué consiste la unidad de la Universitas. Bien, pero, ¿qué significa, en la práctica esa unidad? En su ya célebre discurso en Ratisbona, Benedicto XVI habló de algunos recuerdos de sus años universitarios. Entre ellos se encontraba lo que denominó experiencia de Universitas: la experiencia de que “no obstante todas las especializaciones que a veces nos impiden comunicarnos entre nosotros, formamos un todo y trabajamos en el todo de la única razón con sus diferentes dimensiones, colaborando así también en la común responsabilidad respecto al recto uso de la razón.”3 En el horizonte de la unidad de fondo, la estructura de los saberes que se encuentran en la Universidad permite una interdisciplinariedad honda y consistente, que enriquece verdaderamente a las diversas disciplinas. En otras palabras, permite un diálogo entre saberes distintos: métodos, enfoques, conclusiones; creyentes y no creyentes, científicos y humanísticos, descriptivos y normativos; un diálogo regido solamente por la autoridad de la verdad. Quizá la Universitas sea hoy el único ámbito en que es posible un diálogo de este género. Y es el diálogo que pide la sociedad. Así, hemos llegado a la segunda pregunta que se planteaba al inicio.

Pero conviene que antes resolvamos la cuestión del origen de la Universitas, pues aún no hemos llegado a él. La Universitas Scientiarum —la Universidad de las Ciencias— fue antes, mucho antes, Universitas Studiorum, y, con esto, la Universidad de los Estudiantes. Ahora es más fácil aclarar cuál es el papel principal que la Universitas juega en la sociedad plural.

El deseo que mueve la Universidad no es algo abstracto; es tan concreto como sus alumnas y sus alumnos, y a todos ellos mira originariamente la Universidad. En ese sentido, uno de sus objetivos es prepararles para desempeñar ciertos trabajos, o capacitarles para una investigación de alto nivel. Pero eso podría hacerlo una Escuela Profesional, una Facultad. La Universidad —si es Universitas — puede añadir a eso algo más. Newman decía que: “si debe asegurarse un fin práctico a los cursos universitarios, afirmo que es el formar buenos miembros de

“El verdadero e íntimo origen de la Universidad está en el afán de conocimiento, que es propio del hombre. Quiere saber qué es todo lo que le rodea. Quiere la verdad.”


Karl Jaspers definió la Universidad como “una comunidad de estudiosos y de estudiantes empeñados en la tarea de buscar la verdad”

la sociedad. Su arte es el arte de la vida social, y su objetivo es la preparación para el mundo.”4

Newman vivió en el siglo XIX, y desde entonces el mundo ha dado muchas vueltas. Sin embargo, las exigencias propias de la sociedad plural manifiestan la urgencia de ese valor más alto de la Universitas, pues la Universidad es lugar de diálogo. Por supuesto, el diálogo que corresponde a la sociedad política es muy distinto. Pero en ambos casos se trata de un diálogo entre personas con ideas distintas en el que, en ocasiones, convivir va antes de convencer. Aprender que ese diálogo es posible y de qué modo lo es, forma parte esencial de la tarea de la Universitas, y no es algo que esté al alcance de una sola Facultad, porque no es solamente cuestión de retórica.

Tal vez éste es el papel más decisivo que la Universidad puede jugar en una sociedad plural. La respuesta a la pregunta que nos hacíamos no es, quizás, original, pero la hemos hallado en el origen de la institución, y seguimos encontrándola allí donde ha existido Universitas. Dos siglos atrás, Newman afirmaba que quien ha vivido la Universidad “se encuentra bien en cualquier tipo de sociedad, posee algo de común con cualquier clase de hombres, sabe cuándo hablar y cuándo callar, es capaz de conversar y de escuchar, puede hacer una pregunta pertinente, y aprender una lección oportuna cuando no tiene nada que impartir. Se halla siempre dispuesto, pero nunca estorba”5.

Universitas, decíamos al inicio, es el nombre de un reto apasionante. El propósito del Forum UNIV 2009 es abrir un debate internacional que ayude a descubrir las facetas de ese reto, y sirva a todos para hacer que el reto se haga realidad.

Forum UNIV 2009

Organizing Committee

En palabras de Newman: “su arte es el arte de la vida social, y su objetivo es la preparación para el mundo.”


1 K. Jaspers; Die Idee der Universität, introducción,

2 Discurso del Santo Padre preparado para el encuentro con la Universidad de Roma "La Sapienza",
de enero de 2008.

3 Discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona: Fe, Razón y Universidad. Recuerdos y Reflexiones, Martes 12 de septiembre de 2006

4 J.H.Newman; Discursos sobre el fin y la naturaleza de la Educación Universitaria, Discurso séptimo, n.10.

5 Idem.

lunes, 25 de agosto de 2008

Inicio del Programa de Complementación Acadèmica, segundo cuatrimestre 2008

El PCA, abre nuevamente la inscripción para sus alumnos e interesados en el Programa.
De modo que este 18 de septiembre a las 6:00 pm. iniciaremos con el acto de inauguración.

Además el PCA arranca este cuatrimestre con una nueva Aula, esta es de Ciencia Política, entendida en su sentido Académico. Esta se llevará a cabo los sábados -alternado con FORO - a las 10:30 am.

Video PCA

La Crisis Silenciosa

Texto del video para el PCA por el Presidente Honorario del PCA: Dr. Ricardo Rivas Larrave.

Estimados estudiantes, quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones sobre esta etapa de la globalización que estamos viviendo.

En un mundo cada vez más competitivo, es importante que ustedes sean capaces de captar algunos elementos que les permitan estar listos para su futuro. Desde esta perspectiva, quiero hablarles de lo necesario que es prepararse para el trabajo en una sociedad global cada vez más exigente.

Con el avance de la humanidad, las comunicaciones y la tecnología, el mundo de hoy exige un trabajo más intelectual y menos físico. En los últimos años, ha habido una inversión masiva en tecnología, especialmente en la burbuja de las empresas llamadas “puntocom”, cuando cientos de millones de dólares fueron invertidos en poner conectividad de banda ancha alrededor del mundo, cables bajo el mar, y todas esas cosas.

Eso mismo hizo que las computadoras se hicieran más baratas y alcanzaran hasta los últimos rincones de la tierra. También hubo una explosión de software, correo electrónico, motores de búsqueda como Google, y software propietario, que permite cortar en trozos el trabajo y enviar una parte a Boston, otra a Bangalore, en la India y el resto a Beijing, haciendo más fácil a cualquiera lograr un desarrollo remoto.

Cuando todas estas cosas se dieron juntas, alrededor del año 2000, se creó una plataforma donde el trabajo intelectual –eso que llaman: “el capital intelectual”- pudo ser entregado desde cualquier parte. Ahora, años después, las tareas se pueden separar, distribuir, entregar, producir y volver a ponerse juntas otra vez, dando un nuevo grado de libertad a la manera en que hacemos el trabajo, especialmente el trabajo de naturaleza intelectual.

Hoy tenemos una demanda brutal de inteligencia. Existe una tremenda necesidad de gente intelectualmente preparada. Necesidad de innovación, de creatividad. Ahora ya no es como antes, cuando muchos triunfaban simplemente por ser constantes: como “Don Fulanito”, por ejemplo, que comenzaba a trabajar a las siete de la mañana y terminaba a las diez de la noche, que fue perseverante y tenaz, y por eso se hizo rico. Eso, simplemente, ya no ocurre así.

Estamos en una etapa en la que el trabajo del hombre tendrá que ser expresado en su profundidad, en el alcance de sus capacidades y acciones, y no simplemente por las horas que trabaje. Una etapa en donde la divisa de tu trabajo, es tu inteligencia.

Pero, debes de pensar que la inteligencia no es patrimonio exclusivo tuyo. En el aula o en la universidad, hay personas – como el que está a la par tuya, atrás o delante de ti - que han tenido y tienen las mismas oportunidades que tú: han ido al kinder, a la preparatoria, han cursado su primaria y secundaria, se han graduado de bachilleres, estudian en la universidad…en fin.

Incluso, tienen una preparación muy similar a la tuya. Poseen las mismas herramientas: saben álgebra, trigonometría, historia, hablan inglés… Tienen conocimientos universales –de ahí la palabra universidad-. Entonces… la pregunta es inminente, ¿Qué elemento hará que sobresalgas entre los demás? ¿Qué te hará diferente?

En esta etapa que te ha tocado vivir, ya no solo compites con el de a la par –con tus cheros-. En esta etapa de la globalización, compites con un noruego, con un chino, o con un hindú, que también quiere el puesto de trabajo al que tú aspiras. Ese que a lo mejor está cerca de tu casa.

Si quieres apreciar la clase de desafío que estamos enfrentando, déjame compartir contigo dos anécdotas. La primera sucede en 1998, cuando Microsoft estaba por instalar uno de sus centros de investigación en Beijing. Esta compañía envió sus equipos a las mejores universidades chinas para administrar pruebas de coeficiente intelectual, y así poder reclutar a los mejores cerebros entre los 1,300 millones de personas que viven en China. De los 2,000 estudiantes más valiosos en ingeniería y ciencia examinados, Microsoft contrató a 20. Desde entonces, en Microsoft Asia tienen un dicho que simplifica muy bien la intensidad de la competencia por ganar un puesto de trabajo en esa nación, y que explica por qué China es ya uno de los centros de investigación más productivos de Microsoft: Éste dice así: “Recuerda, en China, cuando eres uno en un millón, hay otras 1,300 personas como tú”.

La otra anécdota es la de una joven hindú que inició una empresa de videojuegos desde Bangalore. “Por favor míreme bien”, decía. Soy de India. Hemos estado a un nivel muy inferior en términos de tecnología y negocios. Pero una vez vimos que teníamos la estructura que hacía del mundo un lugar pequeño, y rápidamente comenzamos a hacer uso de esa ventaja. No hay tiempo para descansar -advertía esta joven hindú-. Eso se ha ido. Hay docenas de personas que están haciendo la misma cosa que tú estas haciendo, y tratan de hacerla mejor. Esto es como el agua en una bandeja: se sacude y va a encontrar el camino que ofrezca menos resistencia. Eso es lo que está pasando en tantos trabajos: se irán a esa esquina del mundo que ofrezca menor resistencia y mayor oportunidad. Si hay una persona con talento en Timbuktú, conseguirá trabajo si sabe cómo acceder al resto del mundo, lo que ahora es muy fácil. Puedes tener un sitio Web y una dirección de correo electrónico y ya está. Y si eres capaz de demostrar tu trabajo, usando la misma estructura, y si la gente va dándote trabajo, y eres diligente, honrado y transparente en tus transacciones… ya estás en el negocio”- concluye diciendo nuestra amiga de la India.

Ciertamente, no podemos cruzarnos de brazos; no hay tiempo para relajarnos. ¿Cuál es el elemento que hará que sobresalgas entre los demás? ¿Cuál es ese plus –ese más- que hará que tú seas diferente?

“Ir a más” hace la diferencia. No conformarme con los programas de estudio que me ofrecen. Investigar más de lo que me mandan los catedráticos. Buscar más experiencias de las que la universidad me exige. Porque, en esta etapa el trabajador intelectual será el producto de la calidad de sus experiencias. Y tus experiencias serán buenas, si son muchas. Y serán malas, si son pocas.

Ya no será garantía tener un título profesional para ser exitoso. La sola preparación no basta para conseguir trabajo en un mundo demandante de capacidades. «Aquí está mi “cartón” (de lo que sea: de médico, odontólogo, o de abogado), y entonces fácilmente voy a conseguir trabajo...». Eso ya no es así.

Pero no te digo esto para que te desanimes, o para qué te preguntes: Entonces… ¿para qué estudio?. Te digo todo esto para que no desperdicies el tiempo, para que aproveches las oportunidades que se te presenten. Porque tú serás el producto de cómo sepas aprovechar esa oportunidades que se te presenten. Ese será tu activo, tu activo fijo, el potencial de tu desenvolvimiento.

Y una última anécdota. Es sobre la vida a la luz de la muerte. Hace algunos años leí en un libro de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, algo que venía a decir que: por lo menos una vez al día, debes poner tu pensamiento en trance de muerte –esto es, imaginarte tu muerte- para poner bajo esa luz, los sucesos de cada jornada (Forja, 1038).

Mientras leí esto, pensaba ¿y si hoy fuese el último día de mi vida? ¿quisiera hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta era “no” durante varios días seguidos, sabría que tenía que cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo –las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso- se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es realmente importante. Recordar que vas a morir, es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder, de no atreverte, de huir a los retos.

Hace casi dos años me diagnosticaron un cáncer. Los médicos me dijeron que era el tipo de cáncer más maligno, y que debían operarme inmediatamente o mi esperanza de vida podría reducirse a cuestión de meses. Afortunadamente, llegamos a tiempo, y me operaron de aquel melanoma en la espalda, justo en el momento adecuado. Dos meses después de esa intervención, me encontraron un defecto severo en una válvula del corazón que ya había producido una malformación de la arteria aorta. Y tuve que regresar al quirófano para una operación de corazón abierto. Una delicada intervención en la que técnicamente mi corazón fue sustituido durante ese tiempo por una máquina.

No tengo ningún reparo en decirte, que antes de cada operación preparé mi alma, y todo lo necesario para asegurar a mi familia y dejar todo arreglado, en caso que algo fatal ocurriera. En esos momentos, lo primero que se me vino a la cabeza fueron mis hijos. Imagínate, tenía que decirles en unos pocos meses, lo que pensaba irles diciendo en los próximos diez años.

Gracias a Dios, la operación del corazón salió bien y ahora me encuentro mejor que antes. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más.

Claro, habiendo vivido esto, ahora te puedo contar con más certeza lo que entonces era un concepto útil, pero puramente intelectual: Miren, nadie desea morir. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la muerte es el mejor invento que tiene la vida. Es el agente de cambio de la vida. Retira lo viejo para dar espacio a lo nuevo. Ahora mismo hay jóvenes como tú, pero con mentalidad de viejos. Siento ser tan dramático, pero esto es bastante cierto.

Por tanto, no hay tiempo para descansar. El tiempo que tenemos es limitado. No lo malgastes viviendo de cualquier manera. No dejes que el ruido de las opiniones de otros, de los conformistas, ahogue la voz en tu interior de los ideales más altos. Y lo más importante: ten el coraje de luchar cada día por alcanzarlos.

Estoy convencido de que el hombre tiene un destino superior. Desde siempre ha venido evocando a una Divinidad, y el estudio es una de las mejores herramientas para conseguir ese fin. Si no te ocupas de tu formación, terminarás siendo un mediocre. Te digo esto, porque, no me puedes negar que a veces no le ponemos todas las ganas al estudio.

Esta es la crisis silenciosa que estamos pasando, la que nos está induciendo lenta y calladamente al conformismo, al confort, a la vida regalada… la que nos llevará irremediablemente al fracaso. Y cuando eso ocurre, a quienes les ocurre, suelen echarle la culpa de su fracaso a la mala suerte. La mala suerte no existe. La buena tampoco. Existen la buenas acciones, el esfuerzo, el empeño que pongas en las actividades que realices. Y es que, quien no da resultados, da pretextos.

En esta etapa de la globalización, los ganadores han tirado a un armario el GameBoy; invierten su tiempo en Internet para educarse y culturizarse, leen más; usan el iPod también para aprender un nuevo idioma; tienen ideas propias –no de copiar y pegar-; dedican tiempo a los más necesitados; aprenden a escribir y a hablar en público; viven la vida, no la gastan; crean, no sólo imitan lo que ven; no dejan pasar las oportunidades, las viven. Emprenden actividades que tienen valor. Hacen cosas que valen la pena. En fin, en vez de ser expertos en hablar de felicidad, son personas auténticamente felices.

He compartido contigo sólo algunas ideas. Con ellas y un grupo de amigos, catedráticos, empresarios, profesionales… diseñamos hace más de doce años el Programa de Complementación Académica, PCA

Espero que lo aproveches.

Muchas gracias.